sábado, 18 de julio de 2009

Mi -pequeña- historia con las TICs (TyD)

El presente post se abordará desde cuatro ramas, a saber:

- Comunicación:

En un principio, la comunicación la realizaba a través del teléfono, y de forma menos común a través de cartas. En el primer caso el canal era la voz y en el segundo la escritura.

A mis 13 años (en la actualidad cuento con jóvenes 27) abría por primera vez una casilla de correo electrónico -fue en la clase de informática del colegio-. Ahí comencé a utilizar Internet.

Aproximadamente a los 16 años abrí mi primera cuanta en un servicio de mensajería instantánea -ICQ-, que más tarde reemplacé por el Messenger y el Skype. Estos me permitieron comunicarme de forma mucho más económica y fluida con amigos y conocidos que se encontraban viviendo en lugares geográficamente distantes, así como también no tan distantes. Lo sorprendente fue la rapidez y el menor costo de la comunicación, así como también la posibilidad de un contacto mucho más humano a través de webcams.

A los 23 años adquirí mi primer celular -sí, un poco tarde-, El mismo sólo me permitía hablar por teléfono y enviar mensajes de texto. Cuando lo cambié por el actual, me encontré con las posibilidades del anterior y con las de mandar mails, conectarme al Messenger, entre muchas otras.

En cuanto al correo electrónico, de tener sólo una casilla pasé a tener cuatro: dos para el trabajo, una personal y otra para utilidades no subsumibles en las anteriores categorías.

- Entretenimiento:

Inicialmente, cada una de las artes que me entretenían contaba con una tecnología distinta para disfrutarlas.

Varios fueron los estadios o desarrollos que estas tecnologías fueron experimentando (surgimiento del DVD, Mp3, Mp4, consolas de juego, computadoras, juegos en celulares, etc.), pero el cambio más significativo que encontré es el hecho de que las prestaciones que estos aparatos me brindan independientemente fueron subsumidos -en mi realidad- en dos tecnologías de la información: mi notebook (es importante diferenciarla de la PC) y mi celular.

En mi notebook y mi celular escucho música, radio y veo videos. Combinado dichas tecnologías con Internet puedo escuchar música en vivo y ver películos por streamin -sin necesidad de descargarlas-.

Videojuegos tengo tanto en el celular como en la notebook; y en cuanto al dibujo: lo que antes hacía en lápiz y papel ahora lo hago a través de la prestación de touchscreen de mi notebook.

En cuanto al entretenimiento físico: mi celular tiene una prestación que analiza y evalúa mi rendimiento en ese ámbito. Realmente innovador.

- Educación:

En el ámbito de la educación mi experiencia personal no fue de lo mejor, recién en el quinto año de mi carrera de abogacía pude disfrutar de aprender a través de un campus virtual, el cuál era complementario de la cursada presencial.

Antes que eso, el mail y los servicios de mensajería instantánea me permitían conectarme con profesores y alumnos, pero sólo para hacer consultas o recibir información. En la mayoría de los casos los profesores rechazaban el uso de Internet como medio para obtener información, entiendo que muchas veces con justa razón pero hubiese sido más constructivo guiarnos en las metodologías de búsqueda según cada contenido -metodologías que fui aprendiendo sólo a fuerza de prueba y error-.

En cuanto al resto de las prestaciones que ofrece Internet, no recuerdo un caso en que algún docente haya recomendado algún método que implique mayor interacción que la simple recepción de información muerta, es decir sin ningún tipo de intercambio que enriqueciera el contacto, dado que el canal lo permite.

Cabe aclarar que sí utilicé otras TICs , como televisión y reproductores de música desde mi educación primaria, pero por ejemplo recién tuve informática a partir de los 13 años, y la misma constaba en aprender a utilizar el paquete de Microsoft.


- Trabajo:

Este fue el ámbito en el que las TICs –en mí caso particular- tuvieron mayor desarrollo e inserción.

En mis diferentes experiencias laborales, pasé de usar la computadora sólo para escribir, a utilizar programas en línea de la Afip, así como también investigación jurídica por Internet.

Dentro de éste camino presenté un proyecto en la Facultad de Derecho de la UBA para la realización de contenidos académicos, y fundé una asociación civil cuyo objeto es la integración a la sociedad de la información que ya cuenta con dos wikis de contenidos propios y dos libros en etapa de posproducción para su publicación.

También trabajo en una editorial jurídica online, cuyo único medio de distribución de la información es por Internet, en ella utilizamos un complejo administrador de web que combina, maneja y organiza una base de casi 14.000 documentos. Todo esto complementado con la confección y preparación de newsletters diarios y atención al cliente en línea.

Debo aclarar que la información como conocimiento, y los cambios que las TICs produjeron en la forma y maneras de adquirirla, no son explicadas de forma particular, ya que en mi experiencia personal esa adquisición es subsumida por los diferentes ejes antes mencionados.

Es decir, a través de la comunicación, entretenimiento, educación y trabajo me informo y adquiero conocimiento. Al ampliarse los modos de comunicarme, entretenerme, educarme y trabajar se amplía mi conocimiento.

- Consideraciones finales:

Varias fueron las cosas que me llamaron la atención al realizar este informe.

Me parece importante destacar como ciertas conclusiones respecto a la educación y las TICs reflejadas en los materiales de lectura, al establecer que son los educadores los que deben determinar su utilización y no deben imponerse –textos de Bergoña Gros y del Dr. Juan Pablo Pons- son contraproducentes a los fines de evitar ciertas falencias que experimenté en mi formación. Mi opinión –tal vez un poco determinista y extremista-, es que por cada docente que no utiliza TICs en sus clases arrastra consigo a su alumnado. De ahí, mi opinión respecto a la obligatoriedad de las TICs en las aulas.

A su vez, es claro que mi experiencia de trabajo actual se embarca en el marco descripto por Castells, es decir, la comercialización de un servicio de información -jurídica- a través de las TICs, el trabajo que realizo es el de analizar, crear e intercambiar información a través de internet, un claro ejemplo del desarrollo de la economía del conocimiento.

Otro de los aspectos que me llamo la atención es la velocidad cada vez mayor en el surgimiento de las diferentes tecnologías. Hasta los 18 años sólo tuve una computadora en mi casa, desde los 18 hasta la actualidad pasaron 5, cada una con más y mejores aplicaciones, casi una manifestación de la aplicación de la Ley de Moore.

Por último, es notable la convergencia de las diferentes TICs en un mismo instrumento. Así, con una computadora trabajo, me informo, me educo, me entretengo y me comunico. En este instante estoy buscando música, preparando el trabajo para la diplo y esperando un mail de mi jefe.

El desarrollo de las TICs ha alcanzado un nivel de convergencia en el que no sólo las tecnologías se entrecruzan, sino también los diferentes ámbitos de las personas que los utilizan ¿Esto es bueno o malo? Como dice Castells, aún no conocemos los efectos de este avance de las TICs, y cuáles van a ser sus reales consecuencias, y parte de esa incógnita es la que me lleva a realizar esta diplomatura.



Bibliografía:

- Manuel Castells; “La era de la información” (1997); Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura; Capítulo 1: “La revolución de la tecnología de la información”.
- Manuel Castells; “La era de la información” (1997); Tomo I, Economía, Sociedad y Cultura, Prólogo: “La red y yo”.
- Juan de Pablo Pons (2008) “Algunas reflexiones sobre las tecnologías digitales y su impacto social y educativo” [01-03-2008] en Quaderns Digitals.
- Henoch Aguiar, (2007), “El futuro nos espera”, La Crujía Ediciones, Buenos Aires.
- Aída Quintar, Tomás Calello, Gustavo Aprea; “Los usos de las TICs” (2007); Editorial Prometeo.

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